Generación 2.0
Cambiar el paradigma sobre el acceso a la información es a lo que tiende que aspirar el sistema educativo. La estructura del profesor enseñándole sus conocimientos, desde la pizarra o un libro, a los estudiantes cuando éstos son de la generación 2.0 suena incoherente. El rol de las instituciones es enseñar a acceder a la información y a utilizar esta información de una manera adecuada.
Las tecnologías ya son parte de los estudiantes. Los centros de estudio deben tener presente este contexto y comenzar a agregar al proceso de enseñanza nuevas herramientas y tecnologías. El aprendizaje utilizando las TIC permite al estudiante investigar para formar su propia opinión, desarrollando, entre muchas otras cosas, un espíritu crítico a través del acto de seleccionar entre la cantidad de información disponible.
Se han publicado resultados de estudios realizados en diferentes países. El objetivo de estas pruebas consiste en medir las habilidades de los estudiantes en el uso de las tecnologías. Los resultados no fueron los esperados. Casi la mitad de los estudiantes se encuentran en el nivel inicial, es decir sólo logran realizar tareas básicas en el computador.
En los estratos bajos solo un 25% estudiantes apenas alcanzan el nivel inicial, cifra que cambia rotundamente para el nivel socioeconómico alto en donde sólo 8 de cada 100 estudiantes se encuentra en ese nivel. Estos resultados nos demuestran que no estamos utilizando eficientemente las tecnologías en las salas de clase y que la cancha en esta materia tampoco está bien nivelada.
Para que esto pueda cambiar hay que partir por especificar qué es lo que se va a enseñar y en qué materia, sólo ahí se puede determinar qué herramienta tecnológica sería la adecuada de emplear. No se trata de utilizar todas las herramientas tecnológicas sino de saber cuáles y cómo aportan en los aprendizajes de los estudiantes. Menos se trata de tener una sala bajo llave que sólo se permite utilizar en la hora de computación, las tecnologías deben ser parte de la cotidianeidad de los estudiantes, para aprender todas las disciplinas, sólo de esta manera estarán siendo incluidas en el proceso de enseñanza.
Los estudiantes van un paso adelante con el uso de las tecnologías pero no están sabiendo utilizarlas para aprender. Es importante que esto comience a cambiar, que los centros educativos se adapten a los contextos y que tanto los profesores como los directores sean proactivos en la utilización de nuevas prácticas en el proceso de enseñanza.
Todo cambio trae aparejado resistencias e incertidumbres, no hay cosa más difícil de emprender que nuevas prácticas. La formación y entusiasmo tanto de los docentes como del equipo directivo son claves en este proceso de cambio de paradigma.
Extraído de entrevista a Jimena Cosso, Socióloga de Política Educativa de Educación 2020
El rol de la escuela debe ser más que enseñar a acceder a la información y a utilizarla adecuadamente. Lo importante es que aprendan a crear conocimiento a partir de la información. El uso de las tecnologías es importante, pero hay cosas que se pueden lograr sin usar las TIC necesariamente. Por ejemplo, señala que “El aprendizaje utilizando las TIC permite al estudiante investigar para formar su propia opinión”. Otra cosa es que facilite el acceso a información, pero aún así no se asegura el lograr una opinión propia. Ahí es donde la labor del profesor es fundamental, más aún cuando la evidencia nos dice que los estudiantes no son tan 2.0 como se cree.
Existe una marcada diferencia en las escuelas y sus entornos, y en los contextos familiares de los estudiantes.
Si bien la tecnología por sí sola no “hace aprendizajes”, es verdad que entornos escolares ricos en ellas pueden generar cambios siempre y cuando estén planificados transversalmente y se cuente con profesores preparados.